Keynes

John Maynard Keynes

John Maynard Keynes, primer barón Keynes (5 de junio de 1883 – 21 de abril de 1946) fue un economista británico, considerado como uno de los más influyentes del siglo XX.​ Sus ideas tuvieron una fuerte repercusión en las teorías y políticas económicas.
La principal novedad de su pensamiento radicaba en considerar que el sistema capitalista no tiende al pleno empleo ni al equilibrio de los factores productivos, sino hacia un equilibrio que solo de forma accidental coincidirá con el pleno empleo. Keynes y sus seguidores de la posguerra destacaron no solo el carácter ascendente de la oferta agregada, en contraposición con la visión clásica, sino además la inestabilidad de la demanda agregada, proveniente de los shocks ocurridos en mercados privados, como consecuencia de los altibajos en la confianza de los inversores. La principal conclusión de su análisis es una apuesta por la intervención pública directa en materia de gasto público, que permite cubrir la brecha o déficit de la demanda agregada.​ Está considerado también como uno de los fundadores de la macroeconomía moderna. 
John Maynard Keynes nació el 5 de junio de 1883 en la ciudad de Cambridge, en una familia acomodada de reputado nivel cultural. Sus padres eran John Neville Keynes, profesor de economía y filosofía en la Universidad de Cambridge y Florence Ada Brown, una de las primeras mujeres que logró estudiar en las universidades británicas, autora y precursora de la asistencia social que llegó a ser alcaldesa de Cambridge en 1932.2​ Su hermana Margaret (1885–1974) contrajo matrimonio con el ganador del premio Nobel en fisiología Archibald Hill y su hermano menor Geoffrey Keynes (1887–1982) fue cirujano y gran bibliófilo.
En 1897 obtuvo una beca para estudiar en el Colegio Eton. En 1902 ingresó en el King's College en la Universidad de Cambridge, donde estudió matemáticas y teoría de probabilidades, para finalmente optar por los estudios de Economía
Keynes murió el 21 de abril de 1946 a causa de un infarto. Sus problemas cardíacos se agravaron por la presión de su trabajo en los problemas financieros internacionales de la posguerra.
Sus libros mas importantes son:

Tratado sobre probabilidades

Keynes publicó su Tratado sobre la probabilidad en 1920, una notable contribución a las bases matemáticas y filosóficas de la teoría de la probabilidad.

Tratado sobre la reforma monetaria

Atacó las políticas deflacionarias de los años 20 en un Tratado sobre la reforma monetaria de 1923, una incisiva argumentación sobre por qué los países deberían apuntar a la estabilidad de los precios domésticos al tiempo de proponer el uso de tipos de cambio flexibles. En el Tratado sobre el dinero de 1930 (en dos volúmenes) expone su teoría de tipo Wickselliana sobre ciclo de crédito.

Teoría general del empleo, el interés y el dinero

Su obra central, la Teoría general del empleo, el interés y el dinero, desafió el paradigma económico dominante cuando se publicó en 1936. En este libro, Keynes presenta una teoría basada en la noción de demanda agregada para explicar la variación general de actividad económica, tales como las observadas durante la Gran Depresión de los años 30. Según su teoría, el ingreso total de la sociedad está definido por la suma del consumo y la inversión; y en una situación de desempleo y capacidad productiva no utilizada, «solamente» pueden aumentarse el empleo y el ingreso total incrementando primero los gastos, sea en consumo o en inversión.
La cantidad total de ahorro en la sociedad es determinada por el ingreso total y, por tanto, la economía podría alcanzar un incremento del ahorro total, aun si las tasas de interés se bajaran para estimular los gastos en inversión. El libro abogaba por políticas económicas activas por parte del gobierno para estimular la demanda en tiempos de elevado desempleo, por ejemplo a través de gastos en obras públicas. El libro se considera a menudo como el fundador de la macroeconomía moderna. Los historiadores concuerdan en que Keynes influyó en el New Deal del presidente estadounidense Franklin Delano Roosevelt, pero discuten aún sobre el grado de dicha influencia. Una política de gasto deficitario como la emprendida en el New Deal comenzó en 1938, que había sido llamada pump priming en 1932 por el presidente Herbert Hoover. Pocos economistas renombrados en los EE. UU. comulgaron con las ideas de Keynes durante los años 30. Con el tiempo, sin embargo, sus ideas fueron más ampliamente aceptadas.

¿Cómo pagar la guerra?

En 1942, Keynes era ya un economista ampliamente reconocido, como evidencia su admisión en la Cámara de los Lores con el título de Barón Keynes de Tilton en el Condado de Sussex, ubicándose en la bancada del Partido Liberal. Durante la Segunda Guerra Mundial, Keynes argumentó en ¿Cómo pagar la guerra? (1940) que el esfuerzo bélico debería financiarse mayoritariamente mediante el aumento de colonias en África y por mayores impuestos, en lugar de gasto deficitario, para de esa manera evitar la inflación. Es claro que este algoritmo tendría sus ventajas para Inglaterra, no así para los países a los que les tocara en suerte ser "colonias" (William R. Catton Jr. Overshoot ("Sobrecarga"), 1980). A medida que la victoria aliada parecía más segura, Keynes estuvo muy involucrado en las negociaciones que establecieron el sistema Bretton Woods, en su papel de líder de la delegación británica y presidente de la comisión del Banco Mundial. El plan de Keynes, referente a una Unión Internacional de Compensación propuesta para un sistema de administración de divisas, involucraba un banco central mundial que sería responsable de una unidad mundial única de cambio, el Bancor. Sin embargo, el peso de los EE. UU. en las negociaciones fue determinante para que el resultado final estuviera más acorde a los planes de Harry Dexter White, estableciéndose el uso del dólar estadounidense como moneda de reserva, dando inicio a su presencia dominante en las finanzas globales.

Keynesianismo


Esta disciplina económica produjo una auténtica “revolución keynesiana”que aparcó los pensamientos económicos clásicos, basados en el liberalismo y en el laissez faire. El keynesianismo prometía una solución para el mayor enemigo del capitalismo, los ciclos económicos. Keynes creía que la principal causa de las crisis es la baja demanda, derivada de las bajas expectativas de los consumidores. Propuso el intervencionismo como mecanismo para estimular la demanda y regular la economía en momentos de depresión. Keynes estudió los problemas agregados de la economía, como el paro, la inversión, el consumo, la producción y el ahorro de un país. Sus argumentos construyeron la base de la Macroeconomía.
El keynesianismo se basa en el intervencionismo del Estado, defendiendo la política económica como la mejor herramienta para salir de una crisis económica.  Su política económica consiste en aumentar el gasto público para estimular la demanda agregada y así aumentar la producción, la inversión y el empleo.
El objetivo de la ciencia económica es estudiar la asignación de recursos. Hasta entonces la mayoría de los economistas se habían centrado en la escasez de recursos. Keynes, por el contrario, se centró en el exceso de recursos. Años antes, Karl Marx ya había dicho que “la crisis es el resultado de la imposibilidad de vender”. Keynes se preguntó cómo era posible que habiendo demasiados recursos hubiera crisis. ¿Cuál fue su solución para que no hubiera exceso de recursos?, estimular la demanda para que se consuman esos recursos sobrantes.
El desempleo es uno de los principales problemas de las crisis, Keynes argumentó que el paro no existe debido a la escasez de recursos, sino por la escasez de demanda, que provoca que no se consuma los suficiente como para tener que producir una cantidad de bienes que de trabajo a todos. Dicho de otra manera, el problema del paro es la falta de demanda y no la falta de recursos.
El desempleo surge además por la rigidez de los salarios a la baja. Al bajar los precios aumenta el poder adquisitivo de los trabajadores, pero por otro lado, resultan demasiado caros para las empresas, que comienzan a despedir, provocando paro. Al haber menos empleados en una economía, baja el consumo agregado y por tanto, bajan de nuevo los precios, dirigiendo la economía a un círculo vicioso, del que, según el keynesianismo, solo se puede salir estimulando la demanda, para generar el proceso inverso y aumentar el consumo, los precios y el empleo.
En conclusión, el keynesianismo se basa en estimular la demanda para provocar un aumento del consumo y el empleo en momentos de crisis. ¿Y cómo se estimula la demanda? Mediante políticas monetarias y fiscales. Keynes fue partidario de utilizar las políticas fiscales. Aunque a finales del siglo XX, las deudas de los países occidentales comenzaron a crecer de tal manera que los keynesianistas pasaron a recomendar las políticas monetarias como mecanismo para estimular la demanda.

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